Artem Pustovyi logró el sábado contra el Murcia el nuevo récord de tapones (6) de un jugador del Obradoiro en un partido ACB, como recordaba la propia liga al término del encuentro. Pero consiguió algo más. El gigante ucraniano estuvo sobre la pista 37 minutos y 16 segundos, o lo que es lo mismo, su tope desde que es jugador profesional de basket. Artem nunca había estado tanto tiempo sobre la pista en un partido, algo que me llama la atención en un jugador que cumpirá 26 años en junio.
Pustovyi acaba de cumplir 80 partidos en la ACB en su tercera temporada en la liga española. Y con el paso del tiempo ha ido ganando en todo: en recursos técnicos (no sobra destacar el papel de Víctor Pérez en esa mejora), en resistencia física y en rendimiento. Los datos son rotundos. Artem pasó de promediar 4,1 puntos y 2,6 rebotes en su temporada de estreno a los 9,3 puntos y 3,3 rebotes del curso pasado. Y en esta temporada los números han seguido creciendo: 11,1 puntos, 6,1 rebotes y más de 2 tapones por partido (líder ACB en este campo). Números de jugador importante, sin duda.
Pero esa mejora en el rendimiento ha ido acompañada de una presencia en la pista cada vez mayor. En su estreno en la 2015-16 promedió unos 13 minutos por partido, aunque ese indicador bajó en la segunda vuelta con la recuperación física de Alec Brown -lesionado en la primera parte de la temporada- y el fichaje de otro interior como Maric. La temporada pasada subió su presencia a casi 20 minutos por partido. Y en este curso, al grito de «Vamos Chicas» llegó la explosión: 26,3 minutos con varios encuentros por encima de los 30 minutos, algo que no había conseguido desde que llegó a España en 2015.
Algo más. Volviendo a los 37 minutos y 16 segundos del sábado, he repasado la trayectoria de Artem desde sus inicios y no he localizado ni un solo partido en el que haya superado esa marca. Ni con sus clubes ni con la selección de Ucrania.
En ACB su tope lo había alcanzado esta misma temporada contra el Gipuzkoa en Sar, cuando se quedó muy próximo a los 35 minutos. Es cierto que contra Murcia hubo prórroga y eso hace posible que el tiempo en pista de algunos jugadores aumente, pero hay que recordar que Artem ya había disputado varias prórrogas como jugador del Obradoiro sin llegar a esas cifras.
En competiciones FIBA, lo más cerca que ha estado de esa marca fueron los 36 minutos que disputó en un Grecia-Ucrania del Europeo sub20 jugado en Eslovenia. Y eso que Artem ha participado hasta la fecha en 69 partidos de este ámbito -cierto que en algunos no llegó a salir a pista-, tanto de selecciones como en los partidos de Eurochallenge que jugó con el BC Khimik. Tampoco llegó a esa cifra en los 17 partidos que jugó con el equipo ucraniano en la Eurocup 2013-14. Su tope en esa competición fueron los 24 minutos que jugó contra el Nizhny Novgorod en octubre de 2013.
Solo quedaba por chequear su pasado en la liga ucraniana. Así que he rastreado los 157 partidos en los que Pustovyi saltó a pista con el Khimik en la liga doméstica, entre 2010 y 2015. Y hay un dato revelador: únicamente en uno de esos 157 partidos (contra el Budivelnyk en marzo de 2013) superó la barrera de los 30 minutos. En concreto fueron 32. Ese fue su tope de minutos en la competición ucraniana hasta que en el verano de 2015 hizo las maletas y cambió Yuzhne por Santiago.
Puestos a aventurar, veo varios factores (todos positivos) que explican el incremento de minutos de nuestro 2,18 en las últimas temporadas. El primero es su mejora evidente en la pista: Artem ha crecido como jugador y ha ganado tanto en el plano defensivo como en ataque. No descubro la pólvora al decir que ha mejorado un montón en cuestiones como el P&R, el juego de espaldas, la intimidación o ese tiro de 4-5 metros que tantos puntos nos ha dado esta temporada.
Pero creo que hay otros factores más. Por un lado, cada vez controla mejor el problema de las faltas que tanto le penalizó en su etapa ucraniana y también en España. En su primera temporada ACB cometió una falta personal cada 4,9 minutos. El curso pasado mejoró hasta los 6,5 minutos. Y esta temporada, pese a jugar más, también sigue mejorando y le pitan una falta cada 7,8 minutos.
El otro factor positivo es que, a simple vista, Artem Pustovyi también ha mejorado en su capacidad de resistencia física. De sus primeros partidos tengo el recuerdo de ver a un Artem con dificultades para aguantar el ritmo del encuentro. Eso también ha cambiado. Es verdad que el pasado sábado acabó cansado. Pero no es lo mismo cansarse jugando 37 minutos a altísima intensidad que hacerlo tras jugar 20.
Sobra decir que esta mejora global de sus prestaciones es fruto de su esfuerzo y de la ayuda diaria prestada por el cuerpo técnico del Obradoiro. Nada es casual.
Y para acabar, una curiosidad. Como ya os comenté, Pustovyi superó contra Murcia el récord de tapones de un jugador del Obradoiro en un partido ACB. Sin embargo, no superó su propio récord. Confieso que desconozco cuál es, pero sí está por encima de los 6 tapones en un partido. Porque en éste hizo 7.
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